Si supieras cuanto anhelo tu presencia!!. Me siento vacío y triste, al no poder contemplar tu preciosa cara.
En mi soledad, permanezco dormido en la espesura.. Calza en tus lindos pies, esos zapatos de gacela inquieta, y desciende hasta mi espesura..¡Adopta la figura de gladiadora, y siéntete ascua impura!!.
Entra en el jardin de amarantos, lirios, rosas. azucenas, dalias y crisantemos!! Allí, podrás verme esperando tu llegada..
Haz, que tus ojos, peleen, con las llamas del crepúsculo, mientras las hojas se desvanecen en el agua de tu alma. Busca la armonía como las rosas..¡en silencio!! y si te duermes llorando, despierta riendo..Espera que llegue la tarde, y verás como ella,con sus manos de fino terciopelo, prenderá en tu apasionado corazón una rosa de fuego.
Aún hoy dia,-y han pasado unos meses- sigo recordando con agrado -y nostalgia por otra parte-, el aroma proviniente de las copas de los pinos silvestres ubicados en la ladera del enorme cerro costero.
A orilla del acantilado, solía pasar gratos momentos viendo pasar el tiempo, mientras perseguía nubes en el cielo...Desearía ser un feriante, para regalarles el abono de mis baratas quimeras...
¡Ojalá pudiera verter mi precario ingenio, sobre ésta tierra caliente!!.y ver, como regresa dulce como el compás de una vieja canción, ese aroma tan especial.
Ensimismado, y entregado a mis pensamientos, decidí preguntarle al horizonte, si a pesar de mi ausencia, algún día, regresaría a ese lugar...
La caricia del viento con olor marino me dijo que si!!...Que la brisa peine sus frondosas copas, con perfume de olas blancas, bajo el cielo azul