Imaginemos por un instante que una golondrina, se enamora con locura de una joven encantadora. Ella podrá recordarla por ser distinta a las otras, en cambio a la joven, le resultará muy difícil casi imposible diríamos reconocerla y distinguirla entre sus compañeras. Pensemos que sucedería si al cabo de un año regresara y le comentara soy yo, la joven sin lugar a duda alguna le diría que no la conoce. Esto sucede por la sencilla razón de que la golondrina carece de individualidad, siendo requisito imprescindible para amar. De ello se desprende que existen personas que no pueden amar de verdad porque la diferencia de sus individualidades resulta insignificante. El alma es el carácter del ser.