Ha llegado el otoño, el abeto ha decidido adormilarse ante la tormenta, mientras la luna intenta reflejarse en el arbolado..
Los jardines, se muestran tristes, y en cierto modo, avergonzados por la pérdida de su encanto. Las azaleas, las dalias y el jazmín, han perdido parte de su aroma..De la tierra, se desprende ese agradable olor a mojado..
Entre otras cosas, incluso la madrugada se muestra perezosa,y remolón el nuevo día.. Mientras, las encantadoras petunias y los magnolios, dejan caer sus flores para alfombrar la tierra del jardín silencioso..
Ahora, tan solo nos queda el grato recuerdo del verano ausente, y la presencia de un otoño algo frío, que decide esconderse entre las plantas que aún perduran por considerarse algo más fuertes y nada temerosas.
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