Hoy, se ha presentado sin permiso alguno, un anaranjado atardecer, que hace juego con los girasoles..que decidiron resistir a la mano del recolector..
Dentro de mi pecho, nace una sensación algo extraña que no se calma, a pesar de mi deseo...
Estoy viviendo una espera que late y suspira, por sentir aquel ocaso, que permitió el paso, a ésta noche cerrada, en la que voy trenzando esperanzas..tras la ventana de mi estancia..vislumbrando las moreras del paseo.
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