Nada devuelve al alma su amor o soledad; el flamear del vuelo, son partículas diminutas retenidas en el azul nocturno del anhelado deseo...
Nadie, posee la facultad de diferenciar las sombras de su nombre.. y quien decide, espiar el azar, tan solo logra escuchar el llanto sostenido, en las alas del tiempo..
Existe una sed de encanto, que consigue apasionar el olvido, y en ella, suele estar la imagen de tu sueño, oculta, desvelada, huyendo al propio tiempo de tus sentimientos...
Es conveniente, que busquemos el equilibrio entre el fuego y la nieve, tan solo de ese modo, tu corazón podrá sentir serenamente..
No hay comentarios:
Publicar un comentario