A pesar de que el corazón, se muestre inerte,
se olvide del calor contenido en su interior, y que las
lágrimas de la nostalgia lo invadan, la vida nos
reserva el derecho de seguir albergando esperanza.
Aunque el amor y la ilusión, permanezcan ocultos,
la vida se encarga de proporcionar esa paz tan necesaria.
¡Al abrir la ventana al nuevo día, debemos solicitarle
que vele y cuide de nosotros, con la misma fuerza del día anterior!!.
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