Puede morir con lentitud, quien no abandona una situación,
que le haga sentirse infeliz, quien no arriesga lo cierto
por lo incierto, con la finalidad de lograr un sueño deseado,
y quien no permite, por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos..
Se muere lentamente al no viajar, al no leer, al no escuchar
buena música, o no encontrar la gracia instalada en nuestra persona.
También, quien destruye su amor propio y no se deja ayudar.
Quien decide pasar los días, quejándose de su mala suerte..
Quien abandona un proyecto, antes de iniciarlo, quien no pregunta
a cerca de algo que ignora.
Debemos evitar fallecer lentamente -en suaves cuotas-, recordando,
que estar vivo, exige un esfuerzo mayor, que el simple
hecho de respirar.
¡Solo con ardiente paciencia, lograremos conquistar, una
espléndida felicidad!!
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