Que sensación tan especial podemos sentir, cuando
nos percatamos que somos observados por una mirada
insistente, procedente de unos ojos peregrinos que
intentan llegar a su destino.
Cuando esto ocurre, nos sentimos alterados y en buena
medida precavidos...
Nuestro instinto de conservación, nos manda un
mensaje indicándonos que debemos actuar del mejor
modo posible, según nuestro criterio y buen hacer.
De que sirve amigos míos, buscar refugio en una
caverna, si los versos y las prosas nos esperan y no
tienen tiempo!!.
Hay que sentirse libre de día, romántico de
noche y soñar a pesar a pesar de que se nos niegue
volar más alto que los halcones.
¡No hay que ahogarse en las sombras cobardes de
la gente incauta!!.
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