Alguna vez que otra, lograste que la noche amaneciera sentada en tus ojos..
Eso, tan solo ocurría, cuando el mar deseaba suspirar, por recobrar esos aromas procedentes del levante español impregnado de olor a flor y selva virgen..
Desde hace tiempo, me he podido percatar de tu intención, en ver lleno ese hueco que tanto buscabas con espejismos indeseados, para escapar de la nada que se había establecido acurrucándose en tus carnes..
¡Por fin, has logrado recuperar tu sonrisa!!
Qué bonitas tus palabras,
ResponderEliminarcuánto lirismo encierran
como preludio de un lunes mágico,
un abrazo