Una vida sin tensiones, no equivale a una existencia feliz
ni equilibrada, lo que nos hace humanos, es poder luchar
por una meta que merezca la pena.
Debemos vivir, con la tensión entre dos polos: la meta a alcanzar,
y la persona dispuesta a cumplirla.
Hay que despertar la tensión creativa, pues proporciona
finalidad y fortaleza.
Si fortalecemos la salud mental, perderemos el miedo a aumentar
nuestra tensión interior, y con ello lograremos
encontrar el sentido de nuestras vidas...
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