El, no suele escuchar los lamentos ni las alegrías, pero
debemos hablar, para hacer uso de nuestra cualidad
comunicativa.
¿Vosotros, que podéis olfatear el aroma de las palabras,
no comprendéis las mías, a pesar de estar carentes de
aroma?.
Creo que es justo intentarlo, puesto que no hemos
venido a este planeta tierra, con la finalidad de poner
diques, cortapisas o valladares, al orden propio de
las cosas...todo lo contrario, estamos aquí, para
comprenderlas, a pesar de que en ocasiones, no
comulguemos con ellas...
¡Nada nos pertenece infinitamente, tan solo, somos
arroyo que termina vertiendo sus aguas al mar!!.
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