Sabemos por nuestra experiencia diaria, que cuando
nos levantamos por la mañana con cierto optimismo,
todo nos sale mejor. Incluso las malas noticias, las
podemos asimilar de forma más equilibrada, y con
una actitud más positiva.
Cuando estamos enfadados y descontentos, hasta
las cosas más bonitas, nos ponen de mal humor.
Entonces nos invade el descontento, la rabia y el
odio hacia nosotros mismos y hacia los demás.
No estamos bien en nuestra propia piel y,así,no
`podemos alegrarnos por nada. Eso demuestra
lo importante que es poder vivir en armonía con
uno mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario