Necesito de tu presencia, y de tu alegre locura enamorada. Necesito de tu clemencia, de la furia de tu mirada, y de esa llama por la cual impones amor y penitencia. Necesito tus riendas de cordura, por ello, a pesar de ser consciente de tu orgullo, no deseo abandonar mi puesto de amigo amante. No sabes hasta que punto, necesito la gentileza de tu ternura, tu voz y esos sentimientos que no tienen fin aparente. Nuestros corazones, se sienten libres, por ello debemos escucharlos sin inconveniente alguno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario