La tierra gira, la vida pasa, se apartan ciertos
sentimientos, pero no desaparecen. Alentamos los
momentos vividos, y no cesamos hasta recuperar
el cariño perdido...
Cuando esto suceda, caminaremos por los senderos
de la vida, recordando, que volver a querer, es el
castigo que merecemos, los que lo hicimos con
exceso. El tiempo y el olvido, son situaciones que
no tienen fin aparente.
En ocasiones al cerrar los ojos, podemos oír esa
llamada tan deseada, mientras tanto, nuestro corazón
triste, vacío e inerte, mantiene sus sístoles y diástoles
con la esperanza puesta en recuperar lo perdido.
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