Propensos a la felicidad

 

Durante la mayoría de la vida, nada maravilloso sucede. Si no te gusta levantarte para trabajar, y terminar tu trabajo para después poderte sentar a la mesa con la familia o amigos, entonces, lo más probable es que no seas muy feliz.

Si alguien basa su felicidad en los grandes eventos, como un buen trabajo nuevo, enormes cantidades de dinero, un matrimonio perfecto y feliz, o realizar un viaje que deseamos hacerlo desde hace tiempo, pero que por motivos diversos no lo hemos podido realizar, esa persona no va a ser feliz la mayor parte del tiempo.

Si por el contrario, la felicidad depende de un buen desayuno, una bebida agradable que sea de nuestro gusto, o una buena siesta, entonces seremos más propensos a vivir con un poco de felicidad.

Encontrar la vocación.

 

Una carrera, oficio o empleo para el cual se tenga vocación, es un poderoso educador del carácter, por lo mucho que vigoriza nuestras facultades, con el continuado ejercicio y porque nos proporciona interesante placer, pues la ley de la naturaleza, es que se atrofie y destruya todo cuanto no se ejercita provechosamente, ya sea una máquina industrial, o el cerebro humano.

Pero cuando no hay vocación ni gusto por la ocupación, y el trabajo se convierte en fatigosa mecánica, el ser humano pierde la flexibilidad mental y gallardía de espíritu necesarias, para no considerarlo un infortunio del que espera librarse en cuanto se lo consienta la prosperidad.

El tercer espacio

 

Ya no podemos hablar solo de dos mundos, el exterior y el interior, porque hay un tercer espacio que se está comiendo a los otros dos: el mundo virtual.

Cada vez hay más gente que vive en internet, incluso pasan sus vacaciones en lugares virtuales como Habbo, en el caso de los adolescentes por no hablar, de como Facebook, está alterando la forma de relacionarnos, hasta el punto de hacernos creer, que basta con un clic para hacer un nuevo amigo

Estamos tan enganchados al mundo virtual, que vivimos cualquier corte en la red, con más alarma que el clásico "apagón eléctrico", aunque ni siquiera así llegamos a desconectarnos pues empieza a ser una norma, llevar el dichoso internet en el teléfono móvil.

Parece ser, que en el futuro inmediato, estaremos conectados veinticuatro horas al día. La pregunta es: ¿significa eso que estamos desconectados del mundo real?.

¿Qué significa vivir?

 

Lo que necesitamos de verdad, es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después, enseñar a los desesperados, que en realidad no importa no esperar nada de la vida, que es ella, la que espera algo de nosotros.

Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en su lugar, pensar en nosotros como seres a quienes la vida inquiere continuamente. Nuestra contestación tiene que estar hecha, no de palabras ni tampoco de meditación, sino una conducta y una actuación rectas.

En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta, a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida nos asigna de forma continuada a cada uno de nosotros.

Espectro emocional

 

Resultaría importante, encontrar una razón para nuestros estados emocionales. En el extremo superior del espectro emocional, creo que la verdadera alegría es un efecto más que una causa.

Debido a ésta creencia profundamente arraigada, pasamos la mayor parte de nuestras vidas, persiguiendo todo lo que causa el efecto de la alegría; puede ser una relación perfecta, mucho dinero, la fama,, el lugar ideal o perfecto para fijar nuestra residencia.

En el extremo inferior del espacio emocional, el juego al que solemos jugar, es la culpa. 

Culpamos cualquier cosa, desde los alimentos que acabamos de comer, hasta algunas de nuestras amistades, sencillamente por la razón de que nos sentimos mal.

El remedio de la abuela.

 

Las abuelas, por regla general, siempre suelen decir, que eso de la depresión, no se lo creen. Si alguien está triste, lo que puede hacer, es levantarse y trabajar.

Por regla general, la gente que sufre esta enfermedad, no controla su cuerpo ni tampoco su mente,

Hay personas, que se encuentran tristes y cansadas, y no tienen ganas de levantarse y realizar las tareas diarias como corresponde.

Ellas, suelen decir, que todo esto es pereza. Si estás triste y cansada, lo mejor que se puede hacer, es repasar la agenda y mirar las cosas que tienes que hacer, y te dices a ti mismo; no estoy cansado ni deprimido porque mi agenda no me lo permite.

Debemos pensar, que en ciertas ocasiones, no debemos discutir con ellas, puesto que en su mundo suelen tener parte de razón.

Nuestra circunstancia

 

Lo más extraño de esa circunstancia o mundo en que tenemos que vivir, consiste en que nos presenta siempre, dentro de su circulo y horizonte, una variedad de posibilidades para nuestra acción, variedad ante la cual, no tenemos más remedio que elegir, y por lo tanto, ejercitar nuestra voluntad.

La circunstancia - repito- el aquí y ahora dentro de los cuales estamos inscritos y prisioneros, no nos impone en cada instante una única acción o hacer, sino varios posibles dejándonos cruelmente entregados a nuestra iniciativa e inspiración; por tanto a nuestra responsabilidad.

¿Dónde está la felicidad?

 

¿Dónde se encuentra entonces la felicidad? En el olvido, no en la indulgencia del yo. En la huida de los apetitos sensuales, no en su satisfacción. Vivimos en un lugar oscuro, cerrado sobre si mismo, que es todo lo que vemos o sabemos, cuando nuestra mirada se fija siempre hacia abajo. Para levantarla hacia arriba y tomar conciencia del amplio universo.

Solo esto es la felicidad, en su nivel más alto, la felicidad es el éxtasis que los místicos han descrito de forma inadecuada.

En los niveles más simples, es el amor humano, los encantos y belleza de nuestra tierra querida, sus colores, formas y sonidos, el encanto de la comprensión y de la risa, y todo otro tipo de ejercicio de las facultades que poseemos, la maravilla del significado de todo, a ratos vislumbrado, mal explicado, pero siempre presente.

El beneficio de la generosidad.

 

Cuando actuamos para cumplir nuestros deseos, sin tener en consideración, el interés de los demás, desmoronamos la posibilidad de alcanzar una felicidad duradera. Si por ejemplo vivimos en vecindad con otras familias, y no pensamos un solo instante en su bienestar, nos privamos de la oportunidad de beneficiarnos de su amistad o compañía.

Si no, imaginemos una situación en la que conocemos a una persona; es posible que vayamos a comer con ella, y eso nos costará un dinero. A pesar de ello, habrá una buena ocasión de cimentar una buena relación que tal vez, nos depare grandes beneficios más adelante .A la inversa, si conocemos a una persona se nos presenta la ocasión de defraudarla y la aprovechamos, aunque habremos ganado en el acto una determinada cantidad de dinero, lo más probable es que hayamos destruido, la posibilidad de beneficiarnos a largo plazo de una interacción con ella.

Elogio de la rutina.

 

Le debemos la vida a la rutina; no sería posible casi nada, sin la repetición de lo ordinario. Lo que sucede es, que para comprender el valor de la rutina y superar el horror a lo invariable hay que percibir, el diseño divino de la vida... Cada día es diferente, y todo es distinto en la engañosa apariencia de su repetición. Si le molesta la tenacidad de la rutina, piense que lo nuevo que tanto satisface a los aburridos por la costumbre, surge de la tentativa por mejorar lo corriente...En la sublimación de las cosas corrientes de cada día, está la raíz de una vida feliz.

Mirando a lo más alto, humildemente me apunto al ensalzamiento de la vida ordinaria- la experiencia real y no lo imposible y quimérico- porque éste, es el único modo humano de construir una existencia extraordinaria.

Por eso mientras podamos disfrutar de ellos, es importante dar brillo a los railes por los que transcurre, un día tras otro, nuestra vida.

Encontrar, no buscar

 

Cuando alguien busca, suele ocurrir fácilmente, que sus ojos solo ven la cosa que anda buscando; este alguien no puede encontrar nada, no deja entrar nada dentro de el, porque siempre está pensando en la cosa buscada, porque tiene un fin, porque está poseído por este fin. Buscar, significa tener un fin. Pero encontrar quiere decir ser libre y estar abierto a todo.

La felicidad, es un mito que perseguimos, del que nos cansamos cuando se manifiesta, igual que el río que corre por la llanura y a su llegada se muestra enturbiado. Una persona es feliz en la aspiración por serlo. Siempre que alcanza la meta, suele perder interés anhelando otros vuelos distantes.

¿ Por qué no te decides?

 

Estos son algunos bloqueos más comunes para tomar decisiones.

1.- Pérdida de contacto con los propios sentimientos.

2.-Evitar problemas y ansiedad.

3.- Falta de autoestima o de confianza en sí mismo.

4.-Dependencia de los demás y necesidad de agradar.

5.-Perfeccionismo.

6.-Refugiarse en la imaginación.

7.-Temor a equivocarse.

8.-Autoreproches por exigencias desmedidas.

9.-Ceguera ante las diversas opciones.

10.-Distorsión de la presión del tiempo.

Una persona feliz

 

Si observamos a una persona realmente feliz, lo podemos encontrar construyendo algo por lo que siente admiración o deseos de tener en su poder, o bien sembrando dalias o flores -si es que le gusta- en su jardín o macetas de su terraza, o en busca de huevos de dinosaurio en el desierto del Gobi. Lo que no hará jamás, es buscarla tratando de encontrar algo -que en su momento perdió. que carece de importancia, en su medio ambiente. No luchara por ella como un fin en si mismo. Se habrá dado cuenta que es feliz, en el curso del vivir plenamente la vida, las veinticuatro horas del día.

El optimista

 

 El principal atributo del optimista es la esperanza, mientras que el pesimista, se caracteriza justamente por la desesperanza.

En el primer caso, intervienen dos dispositivos psicológicos diferentes: " la esperanza significa, ante todo que las personas son responsables y protagonistas de sus actos, por lo que se comprometen activamente a alcanzar los fines deseados.

En segundo lugar, la esperanza nos ayuda a detectar, analizar y valorar las posibilidades y medios que tenemos a nuestra disposición para alcanzar nuestros objetivos".

¿Dónde se puede adquirir la escafandra del optimismo? ¿Hay un componente genético en nuestra manera de gestionar la adversidad?.

¿Incide en ello, la cultura en la que hemos crecido?. Según criterios parece que tiene cierta importancia las costumbres establecidas en ciertos lugares. Por ejemplo en Estados Unidos el 75 % de la gente suele ser optimista, en cambio en Japón, el pesimismo es un signo de sabiduría.

Test de abulia

 

Este test sirve para medir el nivel de abulia, según indica la doctora Susan Roberts.

Es un extraño término para definir el hábito de posponer. Para ello debemos contar el número de afirmaciones con las que nos identificamos.

1.- A menudo detengo el despertador por la mañana, y pongo la alarma diez minutos más tarde.

2.-Constantemente, realizo tareas que debí haber hecho varios días antes.

3.- Tardo en empezar los trabajos sin un motivo o razón particular..

4.- Cuando salgo de viaje, debo apresurarme para no perder el medio de transporte.

5.-Aunque se que debo cumplir un plazo, pierdo el tiempo haciendo otras cosas.

6.- Necesito tiempo para tomar decisiones que pueden ser urgentes.

7.-Respeondo los correos electrónicos, días después de haberlos recibido, y debo  leerlos de nuevo.

8.-Suelo comprar todo a última hora, incluso los artículos que son indispensables.

9.-Digo con frecuencia, mañana lo haré.

La danza cósmica

 

Cuando estamos solos en una noche estrellada, cuando vemos por casualidad a las aves migratorias, descender en el otoño sobre un bosquecillo de enebros, para descansar y comer, y cuando vemos a los niños en un momento en que son realmente niños, cuando hemos conocido el amor en nuestros propios corazones, o cuando, oímos una vieja rana  en un estanque tranquilo y algo solitario..., en esos momentos, el despertar, el giro interior de todos los valores, "la novedad", el vacío y la pureza de la visión , se hacen evidentes, y nos dan una idea de la danza cómica.

INSISTIR

 

Cuando vayan mal las cosas, como a veces suelen ir, cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir, cuando tengas poco haber, pero mucho que pagar, y precises sonreír, aun teniendo que llorar, cuando el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, debes descansar pero nunca desistir.

Tras las sombras de la duda planteadas y sombrías, puede surgir el triunfo, no el fracaso que temías, no es dable a tu ignorancia, figurarse cuan cercano puede estar, el bien que tanto anhelas y que sueles juzgar tan lejano; lucha por más que tengas que sufrir. ¡Cuando todo esté peor, más debemos insistir!!.

Un infierno propio

 

Después de reflexionar un poco, comenzamos a reconocer, que la mayor parte de nuestro infierno, se encuentra en realidad dentro de nosotros.

Ciertamente, nos suceden cosas negativas, la mayoría de la gente, suele actuar mal y el mundo es un lugar imperfecto.

Sin embargo, cuando pensamos realmente en ello. descubrimos que nos suceden muy pocas cosas realmente malas, y cuando suceden pasan muy deprisa.

Pero tendemos a crear un sufrimiento infinito a través de nuestra interpretación de los hechos y las personas, de nuestra visión de los acontecimientos: el problema no es lo que nos sucede, sino como lo interpretamos, y nuestra relación con el sufrimiento.

Flexibilidad

 

El pensamiento flexible, es la virtud que nos permite adaptarnos a las presiones del medio. Por el contrario, la mente rígida se resiste a cambiar comportamientos, creencias y opiniones, aunque la evidencia de los hechos, le demuestren que está equivocada.

Al tener tan poca variabilidad de respuesta, su capacidad de adaptación es muy pobre. Se apega a la información, se estructura sobre la base de un saber que se da por seguro. Pero esta certeza inmodificable y monolítica, es solo aparente porque no se pone a prueba. La rigidez, no solo no ayuda a adaptarse a las situaciones adversas, sino que nos aleja de la felicidad y de las buenas relaciones con los demás. Lo peor de todo, es que quien padece este mal, a menudo no es consciente de ello, por atribuir todos los males al enemigo exterior.

"Ser flexible implica adaptarse a las nuevas situaciones".

Una mota de polvo

 

Tal vez estamos viendo esto desde una perspectiva equivocada, ésta búsqueda de la verdad , el sentido de la vida y la razón.

Todos tenemos esta mentalidad de que las respuestas son tan complejas y tan vastas que resultan casi imposibles de comprender.

Creo, que, por el contrario las respuestas son tan simples, tan simples, que nos están mirando directamente a la cara, gritando a todo pulmón, y sin embargo no lo notamos.

Buscamos a través de un telescopio, creyendo que en las estrellas, está la respuesta, cuando la respuesta es en realidad, una mota de polvo en la lente del telescopio.

Buen karma

 

Estos son los cinco consejos, para obtener un buen karma en nuestra vida cotidiana alcanzando un saldo positivo.

1.- Cuando pierdas, no pierdas la lección que puedes aprender.

2.- Recuerda que no obtener lo que se quiere, es a veces un maravilloso golpe de suerte.

3.- No dejes nunca que una discusión, hiera una buena relación. Si tienes desacuerdos con tus seres queridos, discute solo la situación actual, sin sacar a relucir antiguos conflictos.

4.- Si te das cuenta de que has cometido un error, toma medidas inmediatas para corregirlo.

5.- Recuerda que el silencio es a veces la mejor respuesta.

Hay más leyes para el buen karma, y es posible que algunas ni siquiera hayan sido formuladas por el líder del budismo tibetano, pero en cualquier caso, constituyen un buen baño de sentido común.

Ruido informativo

 

A medida que multiplicamos la información, de ser buena, pasa a ser contaminante. El número de mensajes que solemos recibir en el transcurso del día, puede llegar a los dos mil...

 En la sociedad de nuestro tiempo, el ruido es tan grande, que sacude nuestros cuerpos y nos aparta de los ritmos naturales.

Este asalto del ruido y otros estímulos a través de nuestros oídos, mentes y cuerpos, añade una carga extra de estrés, a todos los que intentamos sobrevivir en un entorno que, de hecho ya es altamente complejo.

Ante esta multiplicación del ruido informativo, vale la pena que nos preguntemos, si es un error en nuestra evolución, o bien desempeña alguna función en la supervivencia de nuestra especie.

Aprender a amar

 

No debemos perder el tiempo, pensando en si apreciamos o no a nuestro vecino. Debemos actuar, como si lo hiciéramos. Si actuamos de ese modo, descubriremos uno de los grandes secretos de la felicidad.

Cuando nos comportamos como si apreciáramos a alguien, podemos terminar amando a esa persona.

Por extraño que nos parezca, cuando hacemos daño a alguien que nos desagrada, generamos todavía más aversión hacia esa persona.

En cambio si la tratamos bien, de pronto descubrimos, que ya no nos desagrada tanto.

Perder el miedo.

 

Los seres humanos, hemos desarrollado astutamente una red de escapes: entretenimientos, bebidas, reuniones, sexo, cualquier cosa que nos sirva para escapar del miedo.

Pero si queremos vivir como seres humanos, tenemos que resolver el problema.

Vivir con miedo, es como vivir en la oscuridad, con un conflicto y una resistencia enormes.

Cuanto mayor es el miedo, mayor es la tensión, mayor es la neurosis, mayor el impulso de escapar. Por lo tanto, lo primero que tenemos que hacer, es no tener miedo al miedo. Si el futuro nos angustia, veamos cuales son nuestros temores, y por qué no los hemos resuelto todavía.

Tres pasiones

 

Tres pasiones suelen ser las que gobiernan nuestra vida: El anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento, y la insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad.

El amor trae consigo el éxtasis y alivia la soledad. En la unión del amor, vemos  una miniatura mística  que prefigura la visión de los cielos, que los santos y poetas han imaginado.

Con la misma pasión que buscamos el conocimiento, queremos entender el corazón de la gente.

Hemos querido saber, por qué brillan las estrellas. El amor y el conocimiento, nos conducen a lo alto de los cielos, pero la piedad, siempre nos trae de vuelta a la tierra., gritos de dolor resuenan en nuestro corazón, de los niños en tiempo de hambre, de las víctimas de tortura y de los ancianos, que quedaron desamparados por la justicia terrena.

Somos muchos, los que tenemos grandes deseos de aliviar el mal, pero no podemos y sufrimos por ello.

La hoja que cubre la luna.

 

Un crítico de cultura H. Kobayashi dijo que la hoja de un árbol, puede ocultar la luna. Si ponemos la hoja delante de nuestros ojos, está tan cerca que no podemos verla como es. Sin embargo, si la alejamos de nosotros la veremos tal y como es.

Eso mismo sucede con muchas cosas. Las montañas, los ríos, la luna, las nubes, todo se vuelve visible, si nos quitamos la hoja de nuestros ojos.

Cuando se trata de cosas de nuestra propia vida, también pueden estar demasiado cerca, para que podamos verlas con la perspectiva apropiada.

Pero si las vemos con la distancia justa, apreciaremos el maravilloso paisaje que nos rodea.

Un día a la vez.

 

Hay dos días en cada semana, por los que no deberíamos preocuparnos, dos días que deberían estar libres de miedo y aprensión.

Uno de ellos es ayer, con sus errores y aciertos, con sus heridas y dolores.

¡El ayer ya ha pasado para siempre, y no hay nada que podamos hacer!!.

Todo el dinero del mundo, no puede deshacer ni uno solo de nuestros actos, no podemos borrar una sola palabra de las que hemos dicho. ¡El ayer ya se ha marchado!!.

El otro día por el que no debemos preocuparnos es mañana, con sus exigencias, promesas y problemas.

Tampoco el mañana está en nuestra mano. Eso nos deja solo un día: hoy. Cualquier persona puede batallar por un día.

Por lo tanto, ¡vivamos solo un día a la vez!!.

Excéntricos

 

El mundo exige orden pero se siente fascinado por los excéntricos. Son las personas que están "fuera del centro". este es el significado del término. Las que tienen capacidad de transformarlo, justamente porque lo miran desde fuera y ven sus carencias.

La historia de la ciencia la filosofía y el arte, está llena de excéntricos que provocaban diciendo cosas como que la Tierra no es plana, que Dios ha muerto o que un bidé es más bonito que la Venus de Somotracia.

Entre los campos de la actividad humana que invitan a la transgresión, es muy probable que el de los artistas plásticos se lleve la palma.

Uno de los más sutiles en el arte de la extravagancia fue René Magritte. Este pintor surrealista quería comprobar las reacciones de una persona normal, cuando es objeto de una experiencia insólita. LLevó a cabo un experimento osado en este sentido, con resultados sorprendentes. Había invitado a su casa a un prohombre del mundo del arte, un señor que hablaba con  autoridad sobre filosofía y estética. En un momento de la conversación, el hombre se acercó a la chimenea y Magritte que estaba detrás, aprovechó para darle una patadita en el trasero, el visitante se volvió escandalizado hacia el pintor, el cual mantuvo sin embargo el hilo de la conversación muy serio como si nada hubiera pasado

Después de unos segundos de desconcierto, el prohombre también siguió conversando como si nada hubiera sucedido.

Principios para una buena vida

 1.- Procura no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy.

2.- Nunca molestes a otro por algo que puedas hacer tu mismo.

3.- Nunca gastes el dinero antes de tenerlo.

4.- Nunca compres cosas que no necesitas solo por ser baratas.

5.- El orgullo nos sale mucho más caro que el hambre, la sed y el frío.

6.- Nunca nos arrepentiremos por haber comido demasiado poco.

7.- Nada resultará tarea difícil si lo hacemos de buen grado.

8.- ¿Cuánto dolor nos ha causado las desgracias que nunca han sucedido?

9.- Tómate las cosas siempre que puedas por el lado amable.

10.- Cuando estés enfadado, cuenta hasta diez, antes de hablar: si estás muy enfadado, cuenta hasta cien.

Calma en el corazón

 

Cuando nuestra mente, está en calma y sola con el latido del corazón, podemos sentir nuestra humanidad, y entonces sabemos que todos los seres humanos son nuestros hermanos.

Nada más que nuestro propio miedo y desconfianza, nos puede separar del amor de nuestros amigos.

Si podemos confiar en los demás, los aceptamos y disfrutamos,  y nuestra vida será más rica y plena. Si podemos aceptar a los demás, eso les ayudará a ser más ellos mismos, y serán más capaces de aceptarnos.

Cuando nuestra mente está en calma, y solo con el latido de nuestro corazón, sabremos lo mucho que la vida nos ha dado.

Entonces los pozos de nuestro interior,  se llenan del deseo de vivir con mayor confianza y alegría, con profunda seriedad  un serio servicio y mayor calma en nuestro corazón y nuestra vida

Decálogo del ser realizado

 

1.- Tener una percepción clara de la realidad.

2.- Aceptarse tal y como uno es.

3.- Actuar espontáneamente.

4.-Saber centrarse en el problema que le ocupa.

5.- Buscar periódicamente la soledad.

6.-Ser autónomo.

7.-Tener valores éticos.

8.-Ser sociable por naturaleza.

9.-Tener sentido del humor.

10.-Dar rienda suelta a la creatividad.

Una nota amigable

 

Lo que aprendemos en la madurez, no son cosas sencillas, como adquirir habilidades e información.

Aprendemos, a no incurrir en conductas autodestructivas, a no dilapidar energía por causa de la ansiedad.

Descubrimos como dominar las tensiones, y que el resentimiento y la autocompasión se encuentran entre las drogas más tóxicas.

Comprendemos, que el mundo adora el talento, pero recompensa el carácter.

Entendemos que la mayoría de la gente, no está ni a favor ni en contra nuestro, sino que está absorta de si misma.

Se aprende, que que por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás, siempre habrán personas que no nos quieran.

Esto es una dura lección al principio, pero al final, resulta muy tranquilizadora.