jueves, 17 de marzo de 2011

EL ARBOL

EL ARBOL

La idea de transplantar un árbol arraigado, es absurda
y contraproducente,además de resultar una árdua tarea.
Si a pesar de ello, pensamos seguir adelante con esa
acción, será dificil evitar que enferme de melancolía....

Como ser vivo que es, no cesará en la añoranza, de


esa
parte de terreno en la que ha vivido combatiendo durante
décadas multitud de noches frias y dias con sol ardiente.

Pero aqui no termina su pesar, pues lo más fácil, es que
llegue a perder, las ramas del alma,y su vitalidad, sus hojas
vagarán sin rumbo..le inundará la trisieteza al recordar esas
estaciones que solia florecer y ofrecernos sus agradables
frutos..

Sus mañanas perderán la luz, y su fuerte tronco de madera,
acabará siendo su propia cruz!!

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