domingo, 13 de enero de 2013

REFLEXION...

 
Hemos de considerar-si deseamos ser sensatos y consecuentes- y que conste que no es causa de hilaridad alguna- que de todo o casi de todo pasa en nuestra vida.. El nacimiento, la niñez, la época adulta, la alegría, el amor, la tristeza, la desolación, e incluso la ausencia del planeta que habitamos...
Aquí, tan solo se quedan, el valor del alma, los recuerdos vividos, la memoria, y la huella que deja el ser desprendido al considerar pertienente dar, sin apenas esperar nada a cambio.
Lo que permanece en la tierra, es el sol, el mar, los campos floridos en primevera,y el viento suave de de esos amanceres estivales..
Siempre, he admirado a esa gente noble y sencilla, que se identifica con propios y extraños dejando al margen, cualquier tipo de perjuicios.
¡Hay que amar la vida sin recato alguno al que dirán!!
Luchar por nuestros deseos e ilusiones, y ofrecer nuestra colaboración a ésta sociedad en la cual estamos inmersos.
Comparto y me identifico, con la gente que duda de muchas situaciones, e incluso de si mismo, pero que a pesar de ello, decide moverse, seguir adelante, y actuar con plena libertad, aceptando sin condiciones y de buen grado, cuanto le pueda deparar el día de mañana, por otro lado un tanto incierto.

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