viernes, 8 de febrero de 2013

Oda a la mujer

 
Se, que las uñas de tus delicadas manos, están confeccionadas con nácar pura de la incipiente primavera..
Que entre tus bien constituidas piernas de blanco mármol, existe un pozo de agua tibia, dormida y cobijada en el mar de la pasión, donde aquietas al negro caballo, ante la presencia de unos labios que permanecen entreabiertos, anunciando la presencia de la luz y la sombra, como si fuera la puerta única de acceso al infinito universo más cercano.

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