El vino, elemento líquido, procedente de la legendaria
vid, viene a ser, como una materia carnal del recuerdo.
Un buen caldo, actúa como inicio
de una buena mesa bien dispuesta..
Estimula los sentidos bebido con mesura.
Además, suele ser un buen pretexto para que exista
una buena convivencia en toda mesa bien dispuesta.
En realidad, un buen vino, se puede comparar,
con el mejor adorno que podamos lucir en
nuestras manos, en justa compañía de un acertado continente.
Desempeña sin duda alguna, el papel de
anfitrión en toda mesa amena.
Saber comer, es un claro exponente de buena
educación, pero saber beber con prudencia,
es manifestación que denota estar en posesión de
un gusto acertado y refinado.
¡Hay personas, que por mucho que envejecen, no pierden
su belleza, solo se les pasa de la cara al corazón!!
Algo similar sucede con el vino, éste mejora con
el paso del tiempo!!
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