viernes, 5 de diciembre de 2014

NUESTROS ABISMOS


Por regla general, no tenemos preparadas caídas ni trampas,
por lo tanto, no debe haber nada que nos atormente
y nos cause miedo.
Formamos parte de la vida, hemos llegado a ser, por una
milenaria acomodación, tan semejantes a ésta vida que,
cuando nos estamos quietos, apenas se nos puede distinguir
de lo que nos rodea por mero mimetismo.
No debemos tener o fomentar razón alguna, para desconfiar
de nuestro mundo, pues no está en contra nuestra.
Si tienes espantos, son nuestros, si tienes abismos nos pertenecen;
si hay peligros debemos salvarlos.
Si orientamos nuestra vida, según ese principio que nos aconseja,
mantenernos siempre en lo difícil, entonces lo que ahora
se nos aparece como lo más extraño, se convertirá en lo más 
familiar y fiel a nosotros...

No hay comentarios:

Publicar un comentario