Eres bella, de corazón forjado...tus arterias y venas, son
portadoras de tus ansiedades; son las nubes, pensamientos
que por tu cielo pasan.
Tus emociones, tan pronto son mar bravío y más tarde
laguna mansa.
Tu faz y contorno, proclama y conforma tu magno poder.
Las gotas de lluvia que nutren los campos, son el llanto
diamantino de tu acrisolada virtud...
¿Qué oscuros pensamientos te asolan que provocan
tanto pesar?.
Espero, que esta humanidad, te retorne esa felicidad
perdida, transmutando las lágrimas derramadas en mera
alegría.
¡No más tinieblas!, ¡no más batallas!!, cuando todo regrese
a la normalidad, volverás a contemplar la luz limpia en las
miradas, y los pensamientos, como flores aromáticas, y tus
ojos, serán fiel reflejo de la quietud del alma.
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