lunes, 16 de abril de 2018

LA TRAVESIA



En ciertos momentos, he podido contemplar algunos
barcos, con sus velas enrolladas estando en reposo
dentro del puerto de mi localidad...

Se me ofreció el amor, y me encogí ante su desilusión;
el dolor llamó a mi puerta, pero me daba miedo; la
ambición me llamó, pero me aterraba la posibilidad.
Sin embargo, toda mi vida he estado hambriento de
significado. Y ahora, se que tengo que levantar la vela,
para coger los vientos del destino donde quiera que
conduzcan el barco.Dar significado a la vida, puede
terminar en la locura, pero la vida sin sentido es la
tortura de la inquietud y el deseo vago.
¡Es un barco que anhela el mar y está lleno de miedo
todavía!!.

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