lunes, 27 de diciembre de 2021

Un campo de paranoia

 


Es la frustación interna la que crea, directa o indirectamente, los enemigos.
Cuando nos sentimos inclinados al odio y a la rabia, proyectamos a nuestro alrededor un campo de paranoia, en el que todos, pueden resultar rivales potenciales.
Sentimos deseos de eliminarlos, y damos por dentado, que ellos sienten lo mismo hacia nosotros.
En cambio, cuando nos mantenemos traquilos, no proyectamos enemistad hacia los demás, podemos observarles con mayor objetividad y, en caso de que surjan problemas reales, actuar con diligencia para resolverlos.

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