El propio sendero

 

No debes permitir bajo concepto alguno, que otros recorran el sendero por ti.

Lo podrán hacer contigo, pero nadie puede hacerlo por ti.

Acéptate y acepta tus acciones. Se dueño de tus pensamientos.

Exprésate cuando te hayas equivocado, y pide disculpas.

En conveniente, conocer tu sendero en todo momento.

Para ello, debes conocerte por dentro y por fuera, aceptar tus puntos fuertes y también tus fraquezas.

Procura crecer cada día con honestidad, integridad y fe.