Cuando decaiga o se ausente el pensamiento, resultará muy dificil
mantenerse activo y acompañar esa luz tan necesaria que alimenta
los sueños, una de nuestras razones para vivir. Se que tu presencia
proporciona a la madrugada, ese brote de gloria que la transforma
en claro día. No pretendas esparcir la esperanza de la vida, por donde
tan solo hay sombras y desasosiego. Debemos ver la belleza que nos
rodea, para evitar sentirnos desplazados. En los momentos que todos
tenemos de soledad, me siento como humo en el aire, viendo como
el viento decide jugar conmigo al declinar la tarde. Aprecio que mi
alma vaga por la prosa, buscando un refugio que rompa el silencio.
Seguiré buscando la fragancia deseada en mis suspiros. ¡Como
lastima el paisaje cuando se acaba el amor!
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