jueves, 10 de mayo de 2012

LA BARCA


Al bajar la marea, pude contemplarla como permanecía anclada y escorada a estribor...
Ella, permanecía atenta a la subida del mar, para salir con la misma alegría de cada día, y recuperar ese balanceo que tanto la anhelaba..
La contemplo en su descanso, y aprecio que tiene su mirada puesta en la lejanía, donde apenas se divisa el devaneo del oleaje,con ligera cresta de espuma blanca!!.
Se, que en su mente, tan solo existe una ilusión; surcar el lugar de sus sueños!! e integrarse en el mar embravecido, viendo como el cielo se acerca a ella, tendiéndole su azulado manto.
Cuando llegó el afortunado momento de partir, me limité a observar con serenidad, como se cunfundía en el horizonte -en justa unión-, del cielo, el mar,  los deseos, y su ilusión!!

2 comentarios:

  1. Preciosa oda al amor marino,
    es tanto a veces
    que quieres confundirte con el océano,
    un abrazo

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  2. Un abrazo amiga Teresa, desde mi pedacito de la Costa Dorada.
    Emilio

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