Las rosas, acostumbradas a las sutiles caricias dispensadas, jamás podrán olvidarte, se sentirán halagadas por los gratos recuerdos..
Mostrarán sus pétalos,aterciopelados, con alegría, esperando el nuevo regreso de la primavera..
¡Nunca debemos pedir algo, si no sabemos dar!!.
Pronto habrá amanecido, y será entonces, cuando decida flotar el horizonte en el riguroso recuerdo..
En ciertos momentos, he pensado, que sucedería si alguien sin escrúpulos ni sentimientos, decidiera hurtar la luna...La noche, seguro que lloraría,abatida por la pérdida tan considerable de su compañera.
El arrebato de su luz, incidiría en la decisión, de que el propio cielo se sintiera viudo; incluso el sol,perdería su sonrisa..
¡Si ves, que ella llora o medita, píntale el corazón de purpurina, y dile que no llore si se queda sola!!
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