Ella, tiene forma de hoja acorazonada, su aspecto es de una flor, su tronco, es semejante al de un árbol , con deseos de hacerse notar, albergando un sinuoso ramaje para verse reflejado en el agua tranquila del estanque.
Sus ramas, suaves y tersas, le sirven para que el rocío de la mañana quede depositado en ellas, logrando mayor frescura.
Sus delicados pies, obran a modo de sustento a la tierra firme, pero apenas logran tocar el suelo, ¡como los de una bailarina aguardando la pausa de la música para proseguir danzando al amparo del exquisito silencio!!.
Ella, permanece latente, a la espera de abrir un sendero, para alejar los malos vientos, permitiéndole abrir el portal de la esperanza.
La lluvia se desliza de forma suave -como si de un rumor lento y apacible se tratara-por su cuerpo..
Ella, desea observar, como se trenza el viento, con la dulce lluvia, y poder vibrar con los nuevos acontecimientos...
¡Debemos amar,y querer a nuestra pareja, aún más, cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesita!!
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