viernes, 8 de agosto de 2014

UN REFLEJO DE MUJER


La inmensa mayoría de ellas, sienten verdadero deseo,
en sentirse rocío de la mañana, manantial de agua pura, y
ave migratoria que no duda un solo instante emprender el vuelo
en busca de gratos momentos, sensaciones y vivencias nuevas.

Dada su condición, anhela sentirse libre como el viento,
sin descartar -por supuesto- el derecho que le asiste,
de permanecer en el lugar que considere oportuno.

No le importa lo más mínimo, hacer cuanto esté en su mano,
para condenar esos momentos de soledad, salvo que sea
consentida o deseada..

Le encanta, ser memoria de la luna salvaje,e incitar a la pasión,
por ser condición implícita en ellas.

Pocas situaciones, le causan mayor trastorno o desasosiego,
que contemplar el comportamiento de algunos hombres
groseros y desconsiderados, que terminan
ensuciando cualquier viso de dignidad humana. 

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