martes, 2 de septiembre de 2014

LA MAÑANA


Hay mañanas que se tornan frías, sobre todo al 
dar sus últimos coletazos,el verano para recibir el otoño,
situación ésta, que el ligero frío coloniza nuestra frente.

El reloj -como no puede ser de otro modo-, sigue
engullendo el tiempo, ese tiempo que tan solo
existe en nuestra mente, puesto que fuera de ella, estoy
convencido que es inexistente.
Las paredes de las habitaciones, conservan su estructura
geométrica rectangular sin ánimo alguno de alterarla,
situación que provoca cierta disfunción anímica.
Miro por la ventana, y diviso al fondo ese horizonte
que une el mar con el cielo..
Al llegar el mediodía, el sol, decide entonar su himno de fuego,
mientras la ligera brisa sopla impregnada de humedad
rescatada al cercano mar.
Presiento, que la distancia, viajó hasta ésta costa,
incitándole a emitir canciones que alegren las olas,
mientras la playa murmura su soledad.

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