viernes, 28 de noviembre de 2014

ACEPTACIÓN


La aceptación de uno mismo, tiene una faceta física,
igual que la tiene el rechazo.
Debemos fijarnos, en la forma que los niños, intentan -a veces-,
no sentir lo que sienten.
Su pecho se contrae, y su respiración, se vuelve más fatigosa.
Eso mismo les sucede a los adultos.
Cuando negamos o rechazamos, lo primero que hacemos,
es dejar de respirar con la cadencia acostumbrada..
En cambio, cuando aceptamos, solemos relajarnos, y respirar
hondo..
La actitud de aceptación de uno mismo, conlleva decirse; elijo
valorarme a mi mismo, tratarme con respeto,y defender el  derecho
a la existencia.
Este, es un nivel aún más profundo de aceptación, que el de admitir
algún pensamiento, sentimiento o actos que resultan molestos..
¡Es aquí, donde comienza la autoestima!!. Por otro lado,
tan importante y necesaria, para alcanzar un buen equilibrio emocional.

1 comentario: