Debemos reconocer, que ciertos pensamientos, deciden
alejarse, para evitar ser olvidados..
Somos muchos, los que sabemos, que la temeridad,
nos incita y obliga, a eludir responsabilidades,
a pesar de saber que es inadmisible hacerlo.
A simple vista, parece estar todo dicho, lo que sucede,
es que en el interior de la apariencia, menguan los deseos
y las ilusiones, gestando actitudes inconscientes
que dimanan del subconsciente..
El movimiento, sigue aferrado a la fuga, destapando
el espacio de la memoria, para encontrar, excusas y pretextos
-en ocasiones carentes de fundamento lógico- que nos
haga sentirnos idealizados.
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