viernes, 4 de marzo de 2016

UN INFIERNO PROPIO


Después de reflexionar un poco, reconoceremos que
la mayor parte de nuestro infierno se encuentra, en
realidad dentro de nosotros.
Ciertamente nos suceden cosas negativas, la gente
actúa mal y el mundo es un lugar imperfecto.
Sin embargo, cuando pensamos realmente en ello,
descubriremos que nos suceden muy pocas cosas
realmente malas, y cuando suceden pasan muy
deprisa. Pero tendemos a crear un sufrimiento
infinito a través de nuestra interpretación de los hechos
y las personas, de nuestra visión de los acontecimientos:
el problema no es lo que nos sucede, sino cómo lo
interpretamos y nuestra relación con el sufrimiento.

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