Cuanta luminosidad te brindó el día, al saber de tu nacimiento.
Tus ojos color caramelo, tus labios de granada en flor, el
semblante sereno limpio y dulce...
Siempre solemos estar agradecidos a la madre, por haber
dado la vida a mujer tan especial, pues desde ese preciso
momento, logró añadir una flor hermosa al jardín de la vida.
Tu presencia es puro sonido, con notas saltarinas del fiel
pentagrama, que nos hace sentirnos, quijote de ilusiones
doradas!!.
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