A medida que transcurre el tiempo, nos percatamos
de que a cerca, del tan traído y llevado amor, apenas
sabemos prácticamente nada. Yo mismo, podría parecerme
a cualquier adolescente, que se enfrenta a sus primeras
vivencias de pareja.
Somos muchos, los que comprendemos la necesidad de
pasar por el trance de ver dolorida el alma, para apreciar
hasta donde puede llegar el dolor, que en ocasiones suele
producir el desengaño amoroso.
Difícil es saberlo, si tan solo hemos jugado a querer...
¿Cómo podemos saber a cerca de los besos de puro
amor,si jamás hemos besado?.
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