Reconozco, que me atraen los campos fértiles, con
olor a semillas, el mar bravío y el cielo azul pastel.
Me encantan, los caminos poco transitados, contemplar
las pisadas de la gente que decidió caminar por ellos
dejando su aroma personal.
Entiendo y acepto, que me siento atraído por unos ojos
negros como la misma noche, transmitiendo ternura.
Me gusta, contemplar un amor verdadero, permanecer
a la espera de quien quiere, soportando las inclemencias
del tiempo otoñal.
Admiro el día, y también la noche, y contemplar el
reflejo de la luna en tiempo primaveral...
Me encantan, los corazones confundidos que no pierden
la esperanza de alcanzar el destino deseado...
Es un placer, observar como remontan el vuelo las
gaviotas blancas y ceniza, emitiendo graznidos en la
bocana del puerto.
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