Siempre

 

Somos muchos, los que sabemos -a ciencia cierta-, que podemos

amar a cualquier mujer, que se sienta identificada con su condición

de ser.

Podemos sentir afecto, incluso amor, por aquellas que fingen

nadar en la abundancia, pero de igual modo, por esas otras

que suelen esconderse en la indigencia.

Podemos querer a las mujeres, que prefieren la soledad más

absoluta, a las que creen en los demás, y como no, en las que

dudan hasta límites insospechados.

A las que suelen llorar con cierta facilidad, a las que sonrien

sin motivo aparente, opinamos, que estamos preparados para

amar a cualquiera de ellas, siempre que su condición sea

verdadera.