jueves, 17 de noviembre de 2011

Aquella vez...


Recuerdo a la perfección, aquel día que me encontré contigo.
Mi corazón de madera, floreció con un verde nuevo, y por mi sangre corrió un escalofrío que me dejó traspasado en medio de la plaza del suspiro.
Reconozco, que pocas veces, se puede llegar a querer de ese modo.
No es fácil, estar ebrio de cariño y desnudo de conveniencias..¡Como quijote con armadura de lirios!!.
Se, que te quiero del mismo modo tanto de día como de noche, y también, cuando el trigo le habla de amor a la noche, o a la sombra morena de los olivos al medio día..
¿Qué lluvia o cariño loco, quiso transformarme en yedra que desea crecer pegada a tu cintura??

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