El día se muestra tranquilo, pero carente de luz y sombra...
Me he quedado sin apenas palabras...
Estoy convencido, que no pertenece a la tierra de las profecías, allí, las mañanas son resplandecientes, acunándose su luz, en el regazo del encantador misterio.
Me alegra contemplar el mar azul-verdoso, y blanco en las crestas de las olas..
No deja de ser, una forma agradable de llenar el hueco de mi corazón, confundido en medio de la vorágine!!.
Menos mal, que me queda la suerte de contemplar los colores, oler los aromas, y saborear pequeñas delicias.. Conocer la verdad de las palabras pronunciadas con sensatez y cordura es reconfortador!!!...
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