viernes, 18 de noviembre de 2011

Encuentro


Nos conocimos en plena primavera...
Era un tarde de sol templado y fino..
Intimamos sin gran esfuerzo, con sensatez y sinceridad...
Desde ese preciso momento, fue para mi, propia enredadera.
Me dio el rosado de sus mejillas, yo, le ofrecí, la sal de mi salina.
Navegamos juntos sin bandera, por ese amplio mar de la dicha y la espina.
Y, siguiendo por nuestro camino, decidimos hacer caso omiso, a los comentarios salidos de la boca torpe de la gente..
Y nos convertimos sin reparar en nada, en amor de un solo puente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario