domingo, 27 de noviembre de 2011

Ya no...



Ya no vibran entre mis dedos, las promesas sutiles, pronunciadas tan solo, por mero compromiso..
Ya no descansan en mis labios, aluviones de sonrisas que afloran con la finalidad de paliar el dolor y el olvido..
Las ventanas de mis ojos, han vuelto a contemplar esos tonos amarillos y ocres que nos regala la naturaleza en su estación otoñal.
Ha desaparecido el rumor del mar bravío de mi Costa Dorada, entrando en la nueva estación invernal,para soportar con parsimonia, esas tardes preñadas de silencio.

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