martes, 1 de abril de 2014

TRISTE REALIDAD


 
Resulta lamentable comprobar, como algunas de nuestras
 playas, siguen acumulando cemento de lujo,
donde antes rompían las olas alegremente, intentando
en vano reciclar el paisaje para devolver el verde esperanza,
y ofrecernos alguna que otra sonrisa, hoy oculta en esos
rincones, donde los políticos, suelen jugar a ser equilibristas
mentirosos.
Acepto, no haber comulgado siempre con la verdad,sintiéndome
culpable en convertir algunas angustias, en una
especie de canto clandestino.
Entiendo y comprendo, que parte de la vida, se nos fue,
en pronunciar discursos; pero la verdad, es que de poco
nos ha servido!!
¡Esperemos que vengan nuevos amaneceres plácidos,
sin hambre y sin rencores!! pues la historia se repite como
demuestra las tablillas de arcilla del pueblo sumerio.

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