La vida como tal, amigos míos, es similar a un baile,
pues nos vemos obligados a danzar según la
música que en esos momentos se interprete.
La nostalgia, aparece y desaparece del mismo modo que nuestro
río Guadiana..
Nuestros ojos, siempre están dispuestos a buscar escenas
que nos recuerden momentos agradables, para sentirnos reconfortados.
La vida, -en definitiva- juega su papel, entre otras cosas,
se encarga de darnos lecciones, que nos permita valorar
los buenos o malos momentos, con sensatez y serenidad.
Mientras tanto, el tiempo sigue su marcha de forma inexorable, y los años
desfilan por la pasarela del saber, convirtiéndonos en
protagonistas de nuestra propia historia.
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