Con palabras sencillas y nobles, pronunciamos nuestros
pensamientos, sin que apenas, nos pertenezcan, como lo es la playa
con respecto al mar..
Ellas, son empleadas para relatar historias, sucesos, acontecimientos,
sabiendo, que la ilusión, es como un árbol, que se deshoja por el viento.
Con llanas y sinceras palabras, damos a conocer nuestro cariño, la amistad,
y los anhelos para ser compartidos.
Conviene saber, que quien decide perfumar una rosa, -se equivoca
dos veces-, la flor se seca llegado su momento, y el perfume,
se lo lleva el viento del amanecer otoñal..
¡El invidente, no puede contemplar
las estrellas en la noche, pero ellas ocupan su lugar!!..
En ocasiones, empleamos las palabras, con la esperanza puesta, en
que se conviertan en río,y que cada salto de agua realizado durante su curso natural, sirva para purificarlas.
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