sábado, 28 de febrero de 2015

JUGAR PARA VIVIR...


Una de las cosas más importantes de la vida se aprende jugando.
Mediante el juego, el niño aprende a erguirse y caminar.
Reconoce formas, colores y objetos, experimenta con las palabras,
hasta adquirir un dominio del lenguaje.
La razón por la cual tiene cierta ventaja el ser humano del resto
de animales, se debe a seguir jugando durante su etapa adulta.

Los gatos cuando son pequeños, interactúan con el entorno, corretean
por la casa, juegan con ovillos de lana, escalan cortinas etc...su vida
gira alrededor del juego, situación que les permite conocer su entorno, 
y sus propias capacidades.
Cuando es adulto, cambia su actitud, se vuelve sedentario,y emplea
la mayor parte del tiempo, en comer y dormir, manteniendo cierta
curiosidad por lo que sucede a su alrededor, pues no necesita ponerse
a prueba.

El ser humano, mantiene el espíritu lúdico toda su vida, eso le 
permite desarrollar el cerebro más que otras especies.
No todos los adultos, hacen uso de este don que enriquece la
imaginación invitándonos a superarnos. No debemos perder esa magia,
¡hay que seguir jugando!!

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