Debemos aprender a dirigir nuestras energías, hacia aquello
que podemos controlar, y dejar de lamentarnos por las cosas
que no dependen de nosotros.
No hay que sentirse frustrado por no cambiar lo que depende
de los ciclos naturales de la vida, como el hecho de envejecer..
En el terreno sentimental, no podemos obligar a alguien que se
enamore de nosotros...
Tampoco podemos decidir la valoración que otras personas hagan
sobre nuestra persona, pero si podemos actuar del mejor modo
posible para sentirnos bien y satisfechos.
La enfermedad y la muerte son acontecimientos trágicos, fuera
de nuestro alcance, pero si cuidamos nuestro cuerpo, disminuimos
el estrés, y conducimos con prudencia, seguro que nos servirá
para ver aumentada nuestra esperanza de vida.
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