Para saber ante quien nos encontramos, solo tenemos que
observar como trata a los demás. Si se comporta con amabilidad
con todos por igual,estamos ante una persona bondadosa.
La verdadera amabilidad , no conoce privilegios - amar a unos
y despreciar a otros-, del mismo modo que no nos fiaríamos, de alguien
que acaba de engañar a otra persona. " No hay actos de bondad
sino personas bondadosas".
Es posible, cultivar la amabilidad, tanto en nosotros como en los demás,
al ser delicados con quienes no lo son con nosotros, les estamos
educando inconscientemente, aunque a primera vista se muestren
fríos como el mismo hielo.
Platón decía: " Se amable, pues cada persona a la que encuentres,
está librando una dura batalla".
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