martes, 10 de marzo de 2015

ACEPTACIÖN


La aceptación de uno mismo, tiene una faceta física,
igual que la tiene la del rechazo...

Los niños en ocasiones intentan no sentir lo que sienten.
Su pecho se contrae, y su respiración, se torna más fatigosa.
Eso mismo les sucede a los adultos.

Cuando negamos o rechazamos, lo primero que hacemos
es dejar de respirar. En cambio cuando aceptamos, nos relajamos
y respiramos hondo; nos abrimos sin encerrarnos en banda.

La actitud de aceptación básica de uno mismo...conlleva decirse;
elijo valorarme a mi mismo, tratarme con respeto,y defender
mis derechos a la existencia.

Este es un nivel aún más profundo de aceptación de uno mismo
que admitir algún pensamiento, sentimiento o acto que resultan
molestos...
¡Aquí es donde comienza la autoestima!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario