sábado, 7 de marzo de 2015

QUITAR LO QUE SOBRA...


Entra dentro de ti y observa. Si no te encuentras bien
con lo visto, has como el escultor de una estatua, a la
que debe conferir hermosura.

Para ello, hay que efectuar retoques, quitando por aquí,
alisando por allá, suavizando tal contorno etc...
Así, hasta que haya surgido de su obra el resultado
apetecible o deseado.

Debemos hacer lo mismo, hay que quitar lo que sobre,
poner recto lo torcido, iluminar lo oscuro, encaminando los
esfuerzos para que todo brille con una sola luz...

Nunca dejes de labrar tu propia estatua, hasta lograr
alcanzar el esplendor de la virtud y el bien deseado.

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