lunes, 9 de marzo de 2015

EL CIRCULO PROTECTOR...


A lo largo de la vida, podemos fracasar en el plano sentimental,
cambiar de pareja, o elegir incluso la soledad, pero si hemos
sabido crear una familia espiritual, el cariño nunca escaseará.

Los viejos amigos, son una memoria viva de nuestras experiencias
en el teatro de la existencia.
Ellos, nos han visto fracasar, luchar, aprender...son un espejo
que nos muestran  de donde venimos y donde estamos.
No es fácil encontrar amigos que celebren éxitos ajenos, son
más abundantes, los que están dispuestos a escuchar nuestras
desgracias. 
Por esa razón, para encontrar personas de gran calidad humana,
hay que hacer una larga criba, rodearse de malos compañeros
de viaje, facilita que no lleguemos a sitio alguno.

Debemos distinguir las amistades nutritivas para el alma, de las
tóxicas, eso es imprescindible para constituir un entorno que nos de
protección y nos ayude a crecer como persona.

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